viernes, 2 de marzo de 2012

Cena italoespañola y karting en Eupen

El viernes 9 de septiembre, antes de salir de fiesta, Barbara nos invitó a Luis y a mí a cenar en su casa. Quedamos en preparar una cena con productos típicos españoles e italianos, así que Luis y yo llevamos jamón serrano y cocinamos una tortilla de patata. Por su parte, Barbara preparó un plato de pasta muy rico (creo que "gigantoni", una especie de macarrones enormes).



























Todo ello regado con un vino de la toscana (un gesto que tuvimos con la anfitriona, porque donde esté un buen vino español... jeje). Qué rico estaba todo... Después nos fuimos al Musikbunker. Una gran noche, sí señor.

El miércoles de la semana siguiente Luis, Christos, Barbara y varios españoles amigos de Luis fuimos a los karts que hay en Eupen, Bélgica, que al parecer tiene el circuito indoor más grande de Europa.

www.eupenerkarting.be/

Es bastante más largo que el de Kerpen (el de Michael Schumacher), pero la pista no tiene tanto agarre y desliza mucho más, así que no es tan cansado pero sí muy divertido.



























Por cierto, en la clasificación final quedé segundo, por detrás de Luis. ¡¡Tío, quiero la revancha!! :)

¿Rally frustrado? Visita a Nürburgring

El domingo 4 de septiembre Christos, Luis y yo nos fuimos a ver un rally a una zona cercana a Nürburgring. El error fue esperar hasta el domingo, pues al llegar nos dimos cuenta de que se había celebrado durante el viernes y sábado. Claro que, estando al lado de Nürburgring... Encontramos rápida solución.

Nos fuimos hasta un parking cercano al circuito, en medio del bosque, y tras caminar durante unos diez minutos llegamos a una de las curvas más famosas del cirucito: Adenauer Frost.



Al rato de estar allí comenzaron a pasar varios BMW M3 en los que pilotos de la marca dan una vuelta a los turistas. Tras varias vueltas de éstos, comenzaron las tandas para aficionados y lo cierto es que esta curva es de los mejores sitios para observar las cruzadas que algunos hacen con sus coches.





























El tiempo en Alemania es así de agradable, y al rato estábamos metidos debajo de los paraguas. Muchos conductores se echaron para atrás y dejaron de correr, pero otros se lo tomaron como una oportunidad para divertirse haciendo deslizar el coche y de paso hacernos disfrutar a los que estábamos de público.

Volviendo a Aachen hicimos una parada en un pueblo para echar un vistazo a la zona, ubicada entre las montañas del parque Nacional Eifel y cuyos paisajes son muy bonitos.