A ver si me pongo al día, que se me acumula el trabajo.
El sábado 13 fuimos a una fiesta en el piso de una amiga. Allí viven nueve personas, así que obviamente el piso es bastante grande. Lo mejor de todo es el salón, es enorme y una de las paredes está llena de ventanales que dan a la calle. Como además no hay vecinos ni arriba ni debajo, el salón es un sitio perfecto para montar una fiesta. Y eso es lo que hicieron.
Uno de los inquilinos del piso es DJ, y fue él quien con su propio equipo se encargó de la música. Las cervezas estaban a 50 céntimos (sí, de esas de medio litro), y lo más curioso era que también podías pedir sopa de patata. No sé si será costumbre de algún sitio, pero desde luego triunfaba, muchos de los que estaban en la fiesta la pidieron. Yo no... Es por cuidar la línea, que bebí cerveza y el alcohol fija las grasas. Mejor no comer y así el alcohol no tiene nada que fijar ;-p
Una gran fiesta, sí señor.
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