Dos semanas después de volver a Aachen me tocó volar de nuevo a Madrid para los exámenes de julio. En medio de éstos, un fin de semana me escapé a la boda de mis amigos Francisco y Teodora en Sofia (Bulgaria). Fue una boda fantástica, con parte tanto civil como religiosa del rito ortodoxo. Había invitados de muchas nacionalidades y la celebración fue espectacular, con bailes típicos búlgaros incluidos. Yo hice de padrino y disfruté muchísimo de la celebración. Me trataron todos como si fuese parte de su familia, espero poder volver pronto a Sofia y disfrutar durante unos cuantos días de la hospitalidad de Bulgaria.
¡Qué vivan los novios!
Al regresar a Madrid tuve que hacer escala en Bérgamo. Un amigo italiano, Michele, vino a verme desde Varese (¡gracias Miki!) y estuvimos visitando la ciudad y poniéndonos al día. Y ya que no os voy a enseñar fotos de la boda por motivos obvios, os dejo algunas de Bérgamo.
Esto que véis aquí se llama shakerato. Es algo así como una crema helada de café. Espectacular...
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