viernes, 11 de noviembre de 2011

Visita a Bonn

El fin de semana del 27 y 28 de agosto mi compañera de piso Elisa me invitó a ir a visitarla a Bonn, donde vivía antes de mudarse a Aachen para estudiar. Como aún no habían empezado las clases estaba pasando allí el verano (entre viajes y eso), así que cogí el semester ticket (bendito invento) y me fui a verla.

Llegué a Bonn el sábado a mediodía. Al salir de Aachen hacía buen tiempo pero siguiendo la tradición alemana, cuando al tren le quedaban diez minutos para llegar a Bonn (hay que ir hasta Köln, unos 50 minutos, y allí coger otro hacia Bonn, unos 25 minutos), empezó a jarrear. Durante todo el día estuvo lloviendo de manera intermitente, pero uno ya está acostumbrado.

Elisa fue una gran anfitriona y me llevó por toda la ciudad enseñándome los sitios más importantes. Esta foto es de la iglesia católica de St. Martin, cerca de la estación central de tren:






































Y ésta es la Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität, que tiene enfrente un parque enorme donde relajarse cuando el tiempo lo permite. Esta universidad está especializada en las carreras de Derecho, Economía, Teología (tanto católica como protestante), Medicina y otras.

































































Estuvimos también por el paseo junto al Rhein:




En esta iglesia tocaba el órgano Beethoven cuando aún no le llegaban los pies a los pedales:



























Este edificio blanco con inserciones doradas es el ayuntamiento, y cerca de aquí está la zona de tiendas...




... y también donde se encuentra la casa en la cual nació Beethoven:

































































































Había también una feria del vino en la Münsterplatz, donde pudimos tomarnos una copita acompañada de Flammkuchen (es algo similar a una pizza con masa fina) y Zwiebelkuchen (parecido a una quiche y cuyo ingrediente principal es la cebolla), muy ricos ambos.






































Esto es el Mineralogisches Museum der Universität Bonn:



Estuvimos paseando también por una zona donde las casas son muy lujosas, y en la calle había aparcado un BMW Z8 (que no falte la nota friki del post):




























Cuando se hizo de noche fuimos a casa de una amiga de Elisa, que había invitado a sus amigos a tomar algo en su casa para luego irnos de fiesta. Acabamos en un local llamado N8schicht:

























A la mañana siguiente, después de desayunar con una mermelada casera riquísima, Elisa me llevó a ver una torre que hay cerca de donde vive (una zona cercana al bosque muy bonita y tranquila) desde la cual se tiene una vista elevada de Bonn. Desgraciadamente la torre estaba cerrada por obras, así que no pudimos subir arriba, pero aún así las vistas eran muy chulas también desde la base.







































Antes de coger el tren de vuelta a Aachen pasamos por la Redoute, un edificio con historia donde ahora hay un club internacional y un restaurante.






































¡¡Muchas gracias por todo, Elisa, espero verte muy pronto por Madrid y hacer yo esta vez de anfitrión!!

martes, 8 de noviembre de 2011

¡¡Paella!!

Si hay algo que uno echa realmente de menos al estar lejos de España es la comida. Es un tema recurrente entre todos los españoles en Aachen (y seguro que también en el resto del mundo). Después de casi un año fuera algunos teníamos tal mono de una buena comida española que nos juntamos la noche del miércoles 24 de agosto en casa de Jesús (él, Humberto, Martín y yo) para disfrutar de una buena paella.



























Tenemos la suerte de que Humberto es un gran cocinero y con Jesús haciendo de pinche se pusieron manos a la obra usando los ingredientes que, poco antes, habían ido a comprar a Vaals. En Aachen -y en general en toda Alemania- no es tan fácil encontrar pescado o marisco fresco como estamos acostumbrados en España, pero como estamos justo en la frontera es muy fácil subirse a un autobús e ir a hacer acopio de marisco a la vecina Holanda.

El resultado fue espectacular: paella con sus gambitas, mejillones, pollo, pimiento verde... Todo ello acompañado con cerveza Grimbergen y un buen pan. Increíble. ¡Un diez para los cocineros!




Rallye Deutschland

El 20 de agosto fui por primera vez en mi vida a ver un rallye, con mi amigo griego Christos y su colega Vangelis. Por h o por b, el caso es que nunca había estado en una etapa de rallye propiamente dicha (había visto una especial en el circuito del Jarama, pero no es lo mismo que verles en carretera abierta). Y qué mejor manera de estrenarse en los rallyes que yendo a ver el Rallye Deutschland del WRC:


El tema de las fotos se lo dejé a Vangelis, que llevaba una cámara en condiciones. Lo malo es que aún sigo esperando que me las pase, así que sólo puedo enseñaros algunos vídeos que grabé con el móvil y una foto de un Citröen C2 que tampoco es muy espectacular, qué se le va a hacer.

La experiencia fue fantástica. Es muy diferente a estar en un circuito (aunque me quemo la piel exactamente del mismo modo) y más cansado, al estar todo el día moviéndose de un sitio a otro para ver distintas zonas de la especial. Ya me picó el gusanillo, así que no creo que tarde mucho en volver a uno.





























miércoles, 5 de octubre de 2011

Despedidas de Fátima y Felipe

El 19 de agosto dos amigos hicieron su fiesta de despedida. Fátima volvía a Madrid, y Felipe cambiaba Aachen por Detroit. Primero fuimos a casa de Fátima, que nos puso una presentación de Power Point hecha por ella increíblemente buena y divertida (cómo se nota el toque creativo de nuestra arquitecta ;p).

Un rato después me fui con Bárbara a la fiesta de Felipe, que como buen colombiano la había amenizado con música latina: salsa, merengue, cumbia... Allí estaban también Humberto, Jordi y Andrew para despedir al anfitrión.





Diluvio

El 18 de agosto hubo una tormenta en Aachen de las más grandes que he visto en mi vida. Por la tarde hablé por Skype con una amiga que estaba en Leuven y me dijo que acababa de caer una chuza espectacular. El cielo en Aachen estaba en ese momento con un aspecto muy amenazador, prácticamente no había luz y eran tan solo las 6 de la tarde. Algo así como 2 horas después de la tormenta en Leuven, cayó el Diluvio Universal en Aachen.






























A mí me pilló dentro del supermercado Netto, a 3 minutos de casa. Al salir de hacer la compra la calle estaba completamente inundada, y no quedaba otra opción que intentar llegar a casa, así que me arremangué los pantalones y salí de allí rodeado del sonido de sirenas de bomberos en medio de una lluvia espectacular. Por supuesto llegué completamente calado, pero lo más gracioso fue que al llegar a la puerta del bloque mis vecinos estaban descalzos, con linternas (porque se había ido la electricidad), subiendo y bajando las escaleras del sótano (donde tenemos las lavadoras y trasteros) porque había medio metro de agua y querían salvar todo lo que pudieran de los trasteros. Vaya tela. Días después vimos que había un agujero que conectaba el sótano con la calle a la altura de la acera. Olé los huevos del que diseñó el edificio...




























Alguien me dijo esa noche que Kaiserplatz (cerca de mi casa) es la zona más baja de toda la ciudad, con lo cual todo el agua caída se iba acumulando allí. La policía tuvo que cortar la circulación durante una hora aproximadamente hasta que dejó de llover. Mientras tanto, me puse a cenar una porquería de ensalada acompañada de una cerveza a la luz de las velas. Qué romántico, ¿no? :-/

¡¡Jenga!!

El 11 de agosto fuimos (por enésima vez) a casa de Fátima a tomar algo después de cenar y nos pusimos a jugar a Jenga.




























Como no era ningún reto jugar con las manos, pasamos a jugar con nariz y boca.











































Y como aún era muy fácil, pasamos a jugar con los ojos cerrados y escuchando las instrucciones de quien estuviese a nuestra izquierda.




Arcoíris

Una de las ventajas que tiene vivir en una ciudad donde llueve más que amanece es que muchas veces coinciden la lluvia y el sol y se pueden ver arcoíris como el de las fotos, que era doble e iba de un lado al otro del horizonte. Están sacadas desde la cocina:




miércoles, 28 de septiembre de 2011

Michael Schumacher Kart Center

El sábado 6 de agosto Jérémy, Christos, su amigo Alexis y yo nos fuimos en el coche de Christos a Kerpen, cerca de Köln, para soltar adrenalina en el karting de Michael Schumacher:

 http://www.ms-kartcenter.de/

Nada más llegar te hacen una tarjeta de cliente y si no llevas tu propio casco tienes que comprar un sotocasco por 2,50 € para poder usar uno de los suyos, por motivos higiénicos. Por sólo 12,50 € puedes correr 10 minutos, más barato incluso si se organiza un evento privado con tandas, clasificación, etc.































Hay dos circuitos, uno exterior y otro interior. Estaba lloviendo así que nos quedamos en el indoor. Es muy revirado y por tanto no muy rápido, pero el grip es brutal así que se convierte en un circuito bastante exigente... Vamos, que acaba uno roto.

También había un bar para tomarse algo mientras ves cómo los profesionales intentan bajar una centésima por vuelta... Por cierto, si el agua con gas está mala de por sí, no os quiero contar después de 20 minutos de karting. Qué ascazo.