Si hay algo que uno echa realmente de menos al estar lejos de España es la comida. Es un tema recurrente entre todos los españoles en Aachen (y seguro que también en el resto del mundo). Después de casi un año fuera algunos teníamos tal mono de una buena comida española que nos juntamos la noche del miércoles 24 de agosto en casa de Jesús (él, Humberto, Martín y yo) para disfrutar de una buena paella.
Tenemos la suerte de que Humberto es un gran cocinero y con Jesús haciendo de pinche se pusieron manos a la obra usando los ingredientes que, poco antes, habían ido a comprar a Vaals. En Aachen -y en general en toda Alemania- no es tan fácil encontrar pescado o marisco fresco como estamos acostumbrados en España, pero como estamos justo en la frontera es muy fácil subirse a un autobús e ir a hacer acopio de marisco a la vecina Holanda.
El resultado fue espectacular: paella con sus gambitas, mejillones, pollo, pimiento verde... Todo ello acompañado con cerveza Grimbergen y un buen pan. Increíble. ¡Un diez para los cocineros!
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martes, 8 de noviembre de 2011
miércoles, 5 de octubre de 2011
Despedidas de Fátima y Felipe
El 19 de agosto dos amigos hicieron su fiesta de despedida. Fátima volvía a Madrid, y Felipe cambiaba Aachen por Detroit. Primero fuimos a casa de Fátima, que nos puso una presentación de Power Point hecha por ella increíblemente buena y divertida (cómo se nota el toque creativo de nuestra arquitecta ;p).
Un rato después me fui con Bárbara a la fiesta de Felipe, que como buen colombiano la había amenizado con música latina: salsa, merengue, cumbia... Allí estaban también Humberto, Jordi y Andrew para despedir al anfitrión.
Un rato después me fui con Bárbara a la fiesta de Felipe, que como buen colombiano la había amenizado con música latina: salsa, merengue, cumbia... Allí estaban también Humberto, Jordi y Andrew para despedir al anfitrión.
Diluvio
El 18 de agosto hubo una tormenta en Aachen de las más grandes que he visto en mi vida. Por la tarde hablé por Skype con una amiga que estaba en Leuven y me dijo que acababa de caer una chuza espectacular. El cielo en Aachen estaba en ese momento con un aspecto muy amenazador, prácticamente no había luz y eran tan solo las 6 de la tarde. Algo así como 2 horas después de la tormenta en Leuven, cayó el Diluvio Universal en Aachen.
A mí me pilló dentro del supermercado Netto, a 3 minutos de casa. Al salir de hacer la compra la calle estaba completamente inundada, y no quedaba otra opción que intentar llegar a casa, así que me arremangué los pantalones y salí de allí rodeado del sonido de sirenas de bomberos en medio de una lluvia espectacular. Por supuesto llegué completamente calado, pero lo más gracioso fue que al llegar a la puerta del bloque mis vecinos estaban descalzos, con linternas (porque se había ido la electricidad), subiendo y bajando las escaleras del sótano (donde tenemos las lavadoras y trasteros) porque había medio metro de agua y querían salvar todo lo que pudieran de los trasteros. Vaya tela. Días después vimos que había un agujero que conectaba el sótano con la calle a la altura de la acera. Olé los huevos del que diseñó el edificio...
Alguien me dijo esa noche que Kaiserplatz (cerca de mi casa) es la zona más baja de toda la ciudad, con lo cual todo el agua caída se iba acumulando allí. La policía tuvo que cortar la circulación durante una hora aproximadamente hasta que dejó de llover. Mientras tanto, me puse a cenar una porquería de ensalada acompañada de una cerveza a la luz de las velas. Qué romántico, ¿no? :-/
A mí me pilló dentro del supermercado Netto, a 3 minutos de casa. Al salir de hacer la compra la calle estaba completamente inundada, y no quedaba otra opción que intentar llegar a casa, así que me arremangué los pantalones y salí de allí rodeado del sonido de sirenas de bomberos en medio de una lluvia espectacular. Por supuesto llegué completamente calado, pero lo más gracioso fue que al llegar a la puerta del bloque mis vecinos estaban descalzos, con linternas (porque se había ido la electricidad), subiendo y bajando las escaleras del sótano (donde tenemos las lavadoras y trasteros) porque había medio metro de agua y querían salvar todo lo que pudieran de los trasteros. Vaya tela. Días después vimos que había un agujero que conectaba el sótano con la calle a la altura de la acera. Olé los huevos del que diseñó el edificio...
Alguien me dijo esa noche que Kaiserplatz (cerca de mi casa) es la zona más baja de toda la ciudad, con lo cual todo el agua caída se iba acumulando allí. La policía tuvo que cortar la circulación durante una hora aproximadamente hasta que dejó de llover. Mientras tanto, me puse a cenar una porquería de ensalada acompañada de una cerveza a la luz de las velas. Qué romántico, ¿no? :-/
¡¡Jenga!!
El 11 de agosto fuimos (por enésima vez) a casa de Fátima a tomar algo después de cenar y nos pusimos a jugar a Jenga.
Como no era ningún reto jugar con las manos, pasamos a jugar con nariz y boca.
Y como aún era muy fácil, pasamos a jugar con los ojos cerrados y escuchando las instrucciones de quien estuviese a nuestra izquierda.
Como no era ningún reto jugar con las manos, pasamos a jugar con nariz y boca.
Y como aún era muy fácil, pasamos a jugar con los ojos cerrados y escuchando las instrucciones de quien estuviese a nuestra izquierda.
Arcoíris
Una de las ventajas que tiene vivir en una ciudad donde llueve más que amanece es que muchas veces coinciden la lluvia y el sol y se pueden ver arcoíris como el de las fotos, que era doble e iba de un lado al otro del horizonte. Están sacadas desde la cocina:
viernes, 9 de septiembre de 2011
Raclette
El 29 de julio Anna y Björn nos invitaron a hacer una raclette en su casa. Resulta que yo tenía una en mi habitación, y no sé por qué nunca me había parado a mirarla y mucho menos a utilizarla. Una lástima, porque es una pasada. Y como una imagen vale más que mil palabras...
La carne arriba, y en las palas de abajo la verdurita, patatas, queso... Buenísimo. La raclette de la foto va directa a mi maleta.
Antes de cenar estuvimos un rato jugando al Sing Star, después al Gran Turismo 5 (joder, cómo lo echaba de menos...) y para acabar la velada nos deleitamos con un vídeo de los que asientan la comida (porque para verlo no hace falta usar mucha sangre en el cerebro, toda va al estómago). Espectacular:
La carne arriba, y en las palas de abajo la verdurita, patatas, queso... Buenísimo. La raclette de la foto va directa a mi maleta.
Antes de cenar estuvimos un rato jugando al Sing Star, después al Gran Turismo 5 (joder, cómo lo echaba de menos...) y para acabar la velada nos deleitamos con un vídeo de los que asientan la comida (porque para verlo no hace falta usar mucha sangre en el cerebro, toda va al estómago). Espectacular:
Despedida de Amaury
Llegó julio y empezó la segunda oleada de despedidas. El 19 hicimos una cena de despedida para Alba y Jaime. Las fotos de ese día son, digamos, conceptuales. De los vídeos ni hablamos, pero hay momentos musicales -con una pseudo flauta de pan- impagables.
Elisa tenía visita esos días de su amiga Ceci y Amaury tenía también aquí a su hermano Laurent, así que aprovechamos para hacer una cenita al día siguiente con comida española: tortilla de patata, lomo y jamón. No quedaron ni las migas, obviamente.
PD: Yi Chu, una compañera de trabajo taiwanesa, nos trajo unos postres típicos de allí con sabor a piña:
El 24 de julio celebramos la despedida de mi compañero de piso, Amaury,
conjuntamente con el cumpleaños de su amigo Michael. Estuvimos primero en casa de este último y después fuimos al Abendrot.
Elisa tenía visita esos días de su amiga Ceci y Amaury tenía también aquí a su hermano Laurent, así que aprovechamos para hacer una cenita al día siguiente con comida española: tortilla de patata, lomo y jamón. No quedaron ni las migas, obviamente.
PD: Yi Chu, una compañera de trabajo taiwanesa, nos trajo unos postres típicos de allí con sabor a piña:
martes, 6 de septiembre de 2011
Regreso a Aachen y Alice in Wonderland
Después de los exámenes de julio, los últimos de 2011, toca volver a Alemania para acabar lo que empecé. El día antes de la vuelta estuve con unos amigos paseando por Madrid, tomando una cerveza frente al Palacio Real (mientras escuchábamos a un chaval tocar el arpa) y cenando en un restaurante senegalés. No puedo negar que me dio penilla irme...
Nada mejor que quedar con los colegas en Dom Keller para que me pongan al corriente de las novedades de las últimas semanas.
Al día siguiente fuimos a ver la obra de teatro Alice in Wonderland, representada por estudiantes de la Universidad.
Nada mejor que quedar con los colegas en Dom Keller para que me pongan al corriente de las novedades de las últimas semanas.
Al día siguiente fuimos a ver la obra de teatro Alice in Wonderland, representada por estudiantes de la Universidad.
sábado, 3 de septiembre de 2011
Barbacoa
Después del parón para los exámenes de junio, regresé a Aachen y al día siguiente a mi llegada hicimos una barbacoa. Durante todo el año es muy frecuente ver a gente haciéndolas en cuanto el tiempo lo permite (es decir, en cuanto no llueve o nieva). Nosotros preferimos esperar a que haga buen tiempo :)
Rallye de clásicos en Aachen
A mediados de mayo se llevó a cabo un rallye de clásicos en Aachen. No pude asistir porque tenía que coger un vuelo a Madrid para hacer exámenes, pero sí me dio tiempo a ir a la presentación de los vehículos en el Rathaus. El nivel era altísimo:
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