jueves, 17 de febrero de 2011

Como un ¿niño? con zapatos nuevos

Así estoy estos días. Literalmente. Tengo unas ampollas muy chulas en los pies que lo corroboran. Bendito Compeed.

El sábado estuvimos en casa de Jaime, que se ha mudado y ahora vive con dos alemanes en un piso grande, bonito y cerca del centro. Nos invitó a cenar para inaugurarlo y además de preparar un arroz con pollo cojonudo nos sacó un plato enorme de lomo español. Así da gusto cenar.

Al terminar de cenar (y de acabar con la cerveza y el vino mientras echábamos una partida al UNO) nos fuimos a tomar otra cerveza a un local en el que vi esto:



























Desgraciadamente faltaba el balón. Hay que ser ruin para mangar de ahí dentro la pelotita. Y tener poco pudor también.

Acabamos la noche en el Abendrot, que es ese sitio que se une por dentro con otro y que los martes se convierte en karaoke. Y enfrente de la puerta, esto:



























Y van ya no sé cuántos Audi R8 vistos en Aachen... Aunque suene raro es algo relativamente normal. Aquí la gente tiene mucha pasta. Hoy mismo he visto un Lotus Seven (verde, como Dios manda) y un Ferrari F430 Spider, pero he estado lento con la cámara :)

Por cierto, el sábado me preparé una tortilla de patata con jamón que se me saltaban las lágrimas:

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